viernes, 29 de mayo de 2009

Run

Cae la noche. Caen chispas del cielo. La luna saca su lanzallamas y acribilla la ciudad. Las reacciones incasdescentes son retraidas por una atmosfera que se refugia en la boria nocturna. Todo es en balde. Noche tras noche. Día tras día. La currante luna no logra su objetivo. Y pasan los años. Su compañero sol va consumiendose. Pero ella, ella se retuerce, cambia su traje y su forma. Se metarmofosea. Lo da todo. Su camuflaje no le deja ser otra cosa que luna. Sólo luna. Siempre se vuelve al punto de partida, y entonces vuelve a menguar. Un circuito infinito e incansable.

Las tormentas electricas reducidas a cenizas. Los meteoritos también acaban descomponiendose. No creemos en meteoritos. Al igual que en los dioses. Nos los creamos. Creer = crear¿? Niet(...)Volvía para casa. Hacía frío. Frío interior. En mi lupo sonaba un disco. Creado por mí a medida. Thom Yorke decía que "no mentiras y no sorpresas". Es lo más inteligente. La única verdad era la de siempre: mi coche, mi música; la ventana medioabierta; el movimiento de mi pie en el freno y el acelerador; la tranquilidad del momento, de ver que los meteoritos se hacían polvo. Semáforo en rojo. Un abuelito sale a andar de su piso. Quizás esta vez me haya pasado. Me he pasado de la raya. Son ya más de las 6 de la mañana. No lo volveré a hacer más. Lo prometo. Dejas tantas historias atrás que estar parado en el coche agobia. Este infinito momento te hace parar, pensar que todo va volando, las cápsulas se están desprendiendo, mm semáforo en verde. Primera. Joderrrrrrrrrr. Luces de emergencia. Afuera cinturón. Arrancar la puerta de un tirón. Desprenderme del coche. Desprenderme de todo. Y correr. Correr a ninguna parte. Correr de cualquier forma. Hasta que el corazón salga gorgoteando por la boca. Correr sin pararse. Que la noche te penetre por todas partes. Darle la espalda a todos y todas. Ser discreto será un caliz que siempre será abstracto para vosotros. Pero no me veréis. Me veré yo. Y veré la luna. Vendrá en mi ayuda.

Sudaré. Me retorceré. Temblaré. Me ahogaré. Mientras miraré a la luna. El cuello se me partirá. Pero ella me dará lo que le he pedido tanto tiempo. En papel de regalo de celofán. De ese gran chispazo saldría mi regalo. Mi "hacerme parar".

Una sonrisa para mí solo. Agarra mi mano. Voy a seguir trotando. Pero sí. He de decirlo. Los sueños se cumplen. El tema era perseguirlo. Humillarlo, maltratarlo. Ahora sólo sé dos cosas: me acompaña alguien que quiere ser mi sombra.

La otra cosa es que cuando aterrize de mi sexto avión, dejaré los 25 kilos de maletas, y Omaha verá cuanto tiempo puedo aguantar con una sonrisa. Te he deseado tanto que no sé si me atreveré a mirar arriba. Quizás alguien esté sentada al lado de la luna, o la imagine yo. Da igual. Sabrá que yo estoy bien.

Spotifygrafía: Snow patrol-Run

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